EL GORRIÓN Y LA GOLONDRINA
Un día, el conde Lucanor le dijo a Patronio que un "amigo" que había conocido hace poco, le había robado joyas. Pero como sabes que ha sido él- dijo Patronio-. Pues lo sé porque a ese "amigo" lo conocí la semana pasada caminando por el pueblo, y sin más me invitó a su casa a comer, me dijo muchos cumplidos... Incluso me regaló la tarta de frambuesas que le había regalado su madre... Entonces, Patronio, le contó el siguiente relato:
Érase una vez, en un bosque no muy cercano, un gorrión iba volando feliz, saludando a todo el mundo... En verdad, el iba a por comida: Unos gusanitos por aquí, unos escarabajos por allí etc... Básicamente el día a día. Todo era normal, hasta que vio un pájaro nuevo en el bosque, un ave que nunca había visto, una golondrina es- le dijo el búho- Entonces el gorrión se acercó y sin más la golondrina le dijo: ''oye gorrión,¿sabes dónde hay un árbol para encontrar gusanos que comer?" Entonces el gorrión la respondió: " si quieres puedes venir a mi árbol y te daré gusanos''. La golondrina, claro, aceptó.
Cuando llegaron a su árbol, el gorrión perdió de vista a la golondrina y se preguntó, ¿ Dónde estará la golondrina? Se puso a buscarla, miraba en todas las ramas, detrás de las hojas, pero nada, no aparecía. Entonces fue donde el esconde los gusanos, entonces observó que faltaban más de la mitad. Cuando vio esto sospecho de la paloma, que siempre le intentaba quitar los gusanos, aunque no le gustarán, pero luego se acordó de la golondrina, ¡Claro!- gritó el gorrión- Sé donde está. Entonces se dirigió a donde la vio la primera vez, y allí estaba ella, con 20 gusanos ante sus alas. Entonces el gorrión hizo un trato con ella, y este era así: "yo te dejo comerte diez, que a mí me sobran, pero nunca más hagas esto, porque al final, nadie se va a gustar de tí", la golondrina aceptó y le devolvió diez gusanos y se comió otros diez, a cambio de robar nunca más. FIN.
El conde Lucanor, al oír está historia, la aplicó a la vida real, y se dirigió exactamente dónde encontró su "amigo".
Cuando llegó, le vió con un montón de joyas y le dijo: " si tú me das todas esas joyas, yo te daré 500 monedas de oro, pero solo a cambio de que no hagas eso nunca más".
El "amigo" aceptó y se compró un caballo para viajar a todo el mundo.
Quien te encuentra bellezas que no tienes, siempre busca quitarte algunos bienes.